LA VITAMINA DEL DEPORTE EN NAZARET
Todo barrio tiene un espacio que le
define; una biblioteca importante, una calle comercial, unas buenas
instalaciones deportivas, una plaza emblemàtica... Uno de los múltiples
espacios que el barrio de Nazaret identifica como imprescindible es el Colegio de
Nuestra Señora de los Desamparados y, en los últimos cuatro años, un proyecto
que este centro ha apoyado: el PROYECTO NSD+ NAZARET.
Este proyecto nació con el objetivo de
ser una extensión del centro educativo pues cuatro años atrás el Colegio Ntra.
Señora de los Desamparados carecía de una propuesta extraescolar que diese
servicio a sus alumnos. Para entender esto hay que saber que el colegio es un
un C.A.E.S. (Centro de Acción Educativa Singular) , donde muchos de los y las
alumnos/as experimentan grandes dificultades para finalizar sus estudios obligatorios
satisfactoriamente y donde, desgraciadamente, el absentismo escolar, las faltas
disciplinarias y el bajo nivel académico están a la orden del día por los
graves problemas que atraviesan sus familias.
Pero desde la creación del proyecto la
rutina de los niños y niñas del barrio cambió sustancialmente. Ahora el centro
no cierra sus puertas a las cinco y media sino que, al acabar la jornada
lectiva, ciento siete jóvenes voluntarios que conforman el proyecto se ponen en
acción principalmente a través de dos programas. Por un lado, el “programa DxE”
(Deporte por Educación) y, complementando este, el “programa Siroco”. El objetivo del proyecto ha sido desde el
primer momento motivar e incentivar a los alumnos mediante herramientas de ocio
y de recreación, principalmente el deporte. En este sentido, se pretende que a
través de la práctica del fútbol sala y el baloncesto los alumnos mejoren su
conducta y su rendimiento académico. Para llevar a cabo eso, cada equipo cuenta
con la figura de un entrenador y un tutor. El entrenador se encarga de dirigir
al equipo en el àmbito deportivo; Entrenamientos, aprendizaje de habilidades
motrices, mejora de las capacidades físicas... mientras el tutor tiene un papel
de acompañamiento y ayuda a los niños que media en todos los conflictos que
aparecen. Este voluntario trabaja en conjunto con el profesorado del colegio
haciendo un seguimiento de su comportamiento en las aulas, exigiendo buena
conducta y el cumplimiento de los deberes diariamente para poder entrenar y
jugar. Por otro lado, el programa Siroco dedica sus esfuerzos concretamente a
brindar orientación y apoyo académico a los beneficiarios: Técnicas de estudio,
explicación de contenidos que no han podido ser alcanzados durante las clases,
etc,... En estos cuatro años el proyecto NSD+ ha pasado de tener cinco
voluntarios y treinta y dos beneficiarios a ciento siete voluntarios y más de ciento
cuarenta beneficiarios por lo que los números cantan.
Y, aunque no exento de dificultades, sí
que se puede afirmar que la tarea que semana tras semana realizan los y las
voluntarias ha conseguido transformar la vida, ya no solo de los beneficiarios,
sino también del propio colegio y, por extensión, la vida del barrio. Podemos
decir que la fórmula mágica para que este proyecto crezca año tras año no es
otra que la dedicación desinteresada de los jóvenes que conforman el equipo de
voluntarios. Estos se han convertido desde la convivencia fraterna en
referentes de los chicos y chicas que seis días a la semana participan de todas
las actividades y son ya sus verdaderos “hermanos mayores”. Así, podemos contar
casos de chicos y chicas con nombre y apellidos que a raíz de la aparición de
sus entrenadores y tutores han empezado a tomar un interés por los estudios que
antes no tenían y a afrontar la vida desde otra perspectiva más positiva y
esperanzadora. No obstante, y en palabras de la dirección: "Estos casos nos motivan y alinean a todos
los voluntarios para continuar con esta tarea, pero somos conscientes de que
aún queda muchísimo trabajo por hacer ya que todos nuestros beneficiarios
merecen una oportunidad para desarrollarse como personas y, muchas veces, el entorno
no les brinda esa coyuntura”.
En la actualidad el proyecto se ha
exportado a nivel nacional. Prueba de ello son los centros que desde Valencia
han llegado a Murcia, que recientemente han implantado una estructura parecida
basada en la organización del proyecto NSD+ y, en concreto, del Programa DxE.
Para poder hacer toda esta tarea y cuando el proyecto no existía por falta de
recursos económicos se acudió a la Peña Valencianista per la Solidaritat para que,
desde su espíritu de compromiso con los más necesitados, apostara desde el primer
momento por los niños con más necesidades de la ciudad de Valencia, pero a la
vez con más potencial de la misma. De esta manera. y marcando el camino a otros
benefactores, desde el primer día confiamos apoyando económicamente, con
material deportivo y con becas que recompensan el trabajo bien hecho para que
los niños tengan una visión del futuro más esperanzadora.
Esta expansión y la repercusión que ha
tenido el proyecto dentro y fuera del barrio hacen pensar en este innovador
modelo como una herramienta que utiliza el deporte como principal recurso para
combatir el absentismo escolar y la prematura e injusta expulsión que sufren
muchos niños y niñas con una situación compleja en nuestra sociedad. Deporte,
voluntariado y mucho amor transforman nuestra sociedad, dando lo que se merecen
a los que menos tienen. Amor y justicia donde se encuentra la Peña
Valencianista per la Solidaritat en un lugar principal. Amunt Sempre.