FÚTBOL Y EDUCACIÓN CONTRA LA DROGA.
Las religiosas Teresianas viven dedicadas a la educación
integral de los jóvenes en situaciones de extrema pobreza y han gestionado en
Uruguay proyectos subvencionados por la Generalitat Valenciana y también con
los gobiernos de Navarra y Madrid por lo que su trayectoria es bien conocida.
Uno de sus puntos de actuación es Rocha, uno de los 19
departamentos de Uruguay, ubicado al este del país y con costa recayente al
Océano Atlántico y frontera con Brasil.
Sus paisajes varían desde la playa oceánica a las sierras, los montes de
palmeras y de ombúes, lagunas y humedales considerados Patrimonio de la
Humanidad. En suma, un territorio adecuado para el turismo, tanto de balnearios
como rural e histórico. Las actividades municipales absorben una cantidad importante
de empleados pero la falta de recaudación de los impuestos en una serie de años
de recesión económica hace que dichos empleados cobren sus sueldos de forma muy
retrasada por lo que se ven afectados por cortes de luz, agua o teléfono al no
dar cumplimiento a sus pagos así como la pérdida de las viviendas compradas a
crédito. Durante años funcionó a 27 km de la capital una fábrica elaboradora de
pescado pero esta cerró dejando una población desocupada flotante. La
instalación de una planta elaboradora de harina de pescado ha dado trabajo a
una cantidad reducida de personas pero no ha resuelto el problema. El turismo
de balneario proporciona trabajo durante un mes y medio para paliar la mano de
obra desocupada que hay. Desde el punto de vista social esta es una sociedad
con características rurales con una clase media afectada por esta situación
económica y una mayoría empobrecida hasta la miseria que sobrevive como puede
generando así una situación de inestabilidad social, de inseguridad por los
constantes robos y asaltos que era desconocida hasta ahora en una ciudad de por
sí tranquila y conservadora.
Consciente de esta realidad el colegio Liceo San José de las teresianas presentó
a caballo del 2006 y el 2007 una propuesta de construcción de unas instalaciones
deportivas que pretendían acondicionar y mejorar toda la parte deportiva del
centro para que niños, adolescentes y jóvenes tuviesen la posibilidad de
practicar fútbol, voleibol, basket y educación física en general. Se necesitaba
acondicionar el piso de la cancha ya existente, comprar redes y comprar determinado
material deportivo que fue financiado por la Penya Valencianista per la
Solidaritat.
Sus beneficiarios eran niños y adolescentes carenciados por
su situación económica que no podían acceder a otros centros y que se veían así
privados de practicar deporte. A ese colegio en primaria atienden a 174 niños
en grave riesgo en todos los sentidos por la situación de posible abandono. Esos
niños permanecen en el colegio 8 horas
durante 11 meses al año y es el lugar donde muchos almuerzan, desayunan y
meriendan, es decir donde pasan su vida. A esta cifra se agregan los 220 más
que son adolescentes y que, sin estar en situación extrema de pobreza, tampoco
pueden acceder a otros lugares para realizar deporte en la educación integral
que desde los valores de formación cristiana propugnan las religiosas
teresianas que rigen el centro. Ser solidarios, compartir la autoestima,
trabajar en equipo y tener momentos de esparcimiento evolucionando su
desarrollo físico y alejándose de las
tensiones que muchos de ellos viven en sus familias hace que aparten de sí el
riesgo del consumo de drogas. Los destinatarios indirectos fueron además 200
familias del barrio y alrededores que se acercan al colegio demandando educación,
formación, actividades deportivas y lúdicas e incluso servicios sanitarios
básicos. La solidaridad se da cuando
dos o más personas se unen y colaboran mutuamente para conseguir un fin común.
En la Penya Valencianista per la Solidaritat somos muchos …
No hay comentarios:
Publicar un comentario