viernes, 26 de mayo de 2017

SERIE SOLIDARIA SUPERDEPORTE 26 DE MAYO.


EN EL CAMPUS MARANATHA.

Un estudio de 2014 de la Agencia Europea de Derechos Fundamentales reflejaba que uno de cada dos niños y niñas gitanos acudía a un centro preescolar o una guardería en la etapa de educación infantil. España, con un 78%, se encuentra en segunda posición, por detrás Hungría (83%) y por delante de Francia (58%), en cuanto a niños y niñas gitanos que asisten a preescolar o jardín de infancia. La participación en la educación se reduce considerablemente después de la enseñanza obligatoria. En este sentido, España registra un porcentaje muy reducido (3%) de población gitana, de entre 25 y 64 años, que ha completado al menos la educación secundaria. Y eso a pesar de que en la población gitana española la matriculación en educación primaria se encuentra generalizada, pero es a partir de los 15 años cuando el número de chicos y chicas gitanos escolarizados desciende de manera muy significativa.
Los resultados académicos en primaria y especialmente en secundaria son muy inferiores en comparación con el alumnado no gitano y los porcentajes de personas gitanas con titulaciones post-obligatorias son muy reducidos. Un 50% del total de la población con 16 años cursa bachillerato mientras que en la población gitana este porcentaje desciende de forma drástica a un 3,4%. A eso se unen los elevados porcentajes de abandono antes de haber completado la educación secundaria no obligatoria (63,7% de la juventud gitana entre 18 y 24 años abandona frente al 25% del conjunto de la población), pues una parte del alumnado no tiene recursos suficientes para costear materiales escolares o comidas. Además, la masificación y la falta de clases de apoyo hacen que los alumnos con más dificultades no puedan seguir el nivel del curso y se sienten discriminados. Fiel reflejo de esta situación la podríamos encontrar en el barrio de La Coma, mole superviviente bajo el estigma perpetuo de los bloques marginales y la población difícil. «De La Coma al retén, un santiamén», proclamaba una pintada en la pared en los años noventa.
Corría el mes de febrero de 2015 y la Penya Valencianista per la Solidaritat junto con la Asociación de Futbolistas Veteranos del Valencia se planteó contribuir a la formación de jóvenes gitanos y/o pertenecientes a grupos de exclusión social para luchar contra el abandono escolar y mejorar su rendimiento estudiantil. Para ello se realizó la primera edición de un proyecto piloto llamado “campus de fútbol Maranatha”, programa que duró un trimestre y en el que participaron quince jóvenes nacidos en los años 1999, 2000 y 2001 y que cursaban sus estudios en centros con problemas concretos como el I.E.S. Federica Montseny y el Vicent Andrés Estellés, de Burjassot, y el I.E.S. La Coma de Paterna. Así, los veteranos del Valencia entrenaron a los muchachos y éstos se comprometieron a mejorar su rendimiento escolar desarrollando doce sesiones de entrenamientos y tres “master class” dirigidas por el Presidente de la A.F.V.C.F, Fernando Giner. El proyecto fue una propuesta de la Asociación Maranatha a la Penya Valencianista per la Solidaritat a través de Antonio Salvador y Norberto Rius como conformadores del proyecto. Este convenio fue firmado por José Alfredo Maya, presidente de la Federación Maranatha de Asociaciones Gitanas, José María Tomás y Tío, presidente de la Penya Valencianista Per la Solidaritat, José Luis Zaragosí por la Fundación del Valencia (aportantes de equipajes) y Fernando Giner, presidente de la Asociación de Futbolistas del Valencia CF, acompañados por Ricardo Arias, Lluis Pascual y Arturo Boix.
El resultado de este proyecto fue que se consiguió trabajar la motivación a través del deporte, contando con la implicación de sus padres para, entre todos, crecer y compartir nuestros valores. Antes tenían que levantar a sus hijos de la cama para que estudiaran un poco. Después, el saber que si no estudiaban hacía que no pudieran entrenar con los cracks de nuestra historia hizo que el compromiso llegara por sí solo. Y otro milagro más: un equipo de chicas gitanas juegan a fútbol superando los recelos familiares…

lunes, 15 de mayo de 2017

SERIE SOLIDARIA SUPERDEPORTE. 12 DE MAYO.

EL DRAMA DE LOS ALBINOS EN SENEGAL.
Septiembre de 2013. Aunque ya entonces habíamos desarrollado distintas acciones de construcción de canchas deportivas y de envío de material para la práctica del deporte en Senegal había una realidad que nos preocupaba y que nos generaba una sensación muy amarga. Y esta realidad no era otra que la de los niños albinos en un continente en que la discriminación hace que sus condiciones de vida sean trágicas. Por si esto fuera poco, el clima cálido y soleado tiene un efecto muy negativo en su extremadamente frágil piel y en los ojos pues la constante exposición al sol les causa úlceras en la piel, ceguera y desencadena frecuentemente un cáncer que suele ser fatal. La única protección eficaz para su situación es el protector solar pero, desafortunadamente, por la falta de recursos la gran mayoría no puede obtenerlos.
El acceso a la atención médica es también muy difícil. Sin medios de protección, los niños sufren graves problemas debido a su exposición al sol. Los albinos tienden asimismo a abandonar la escuela antes de tiempo por su discapacidad visual... y esta se convierte en la cadena macabra de su palidez. Por eso desde la Penya Valencianista per la Solidaritat nos propusimos enviar lotes de gafas especiales de protección para la vista de estos niños, así como cremas solares que ejercieran de escudo de sus frágiles cuerpos. Por ello agradecemos a la empresa RNB de la Pobla de Vallbona su aporte solidario que hizo que la vida para estos niños fuese algo menos dura. Esta empresa fue fundada en 1989 por Vicente Ruiz y Romualdo Bertomeu. Porque esa también es nuestra Liga, la de la educación y el compromiso sanitario…
Según un censo elaborado ya en nuestro siglo, en Senegal habría albinos en todo el país. En lenguaje “wolof”, la palabra "poune" se utiliza para designarlos. Los albinos en Senegal son rechazados por una sociedad que los considera una maldición y son discriminados pues se cree que poseen poderes sobrenaturales por sus atributos blancos. Por ejemplo, en aquella mentalidad tribal se cree que tener  sexo con ellos va a curar enfermedades como el SIDA por lo que son víctimas frecuentes de abusos sexuales y las mujeres lo son de embarazos precoces. También allí, los albinos sufren violencia física y psicológica, incluyendo el asesinato, pues sus órganos se venden a precios muy altos y a menudo se encuentran cadáveres mutilados de estos africanos blancos.  Aunque la situación de estos no es tan grave como en países como Tanzania y Burundi,  también sufren masacres horribles y los asesinatos de niños albinos son también muy comunes por lo que no es extraño tener noticia de personas encapuchadas que circulan en 4X4 a través de Senegal a la búsqueda y captura de albinos para secuestrarlos, violarlos y ofrecerlos en sacrificio. Al ser blancos, la gente cree que se pueden contagiar si los tocan, por lo que su esperanza de vida apenas supera los 43 años de edad.
Se calcula que hay más de 10.000 albinos en Senegal, una cantidad casi ínfima en relación a otros países como Tanzania, pero también es muy elevada. Y es que la prevalencia del albinismo es superior en África al del resto del mundo por la consanguinidad y las relaciones sexuales entre familiares. Es habitual que existan matrimonios o descendencia entre parientes como un tío y una sobrina. Allí conocimos el caso de una mujer negra, madre de cinco niños albinos,  casada con un hombre negro que era su primo. Son los despectivamente llamados “fantasmas negros de piel blanca” a los que también la Penya Valencianista per la Solidaritat ha querido abrazar…


martes, 2 de mayo de 2017

SERIE SOLIDARIA SUPERDEPORTE. 28 DE ABRIL.



665 kilos de esperanza por un mundo mejor.

Estamos en marcha estos días para el envío de un cargamento de material escolar y deportivo con destino a los suburbios de la colombiana Cartagena de Indias, compuesto por 62 bultos y un peso de 665 kg, 665 kilos pues de esperanza en un mundo mejor. Porque el reto de la Penya Valencianista per la Solidaritat es apoyar el crecimiento de los niños en los lugares más remotos del mundo con el acompañamiento del escudo del murciélago, pero este es un eslabón inseparable de la educación en las aulas. A distancia luchamos por tener socios y adelantados estables que sean nuestros ojos y nuestras manos en procurarles un futuro mejor pues su presente no es el más óptimo y en el “Proyecto de la Clínica de lo Social del Colegio Mayor Bolívar” lo tenemos. Las instituciones educativas de un país como Colombia se han convertido en escenario de encuentro de niños, niñas y adolescentes que viven en carne propia realidades que los colocan en situación de riesgo y vulnerabilidad extrema. El desarrollo integral y la estabilidad emocional de los niños y niñas para asumir el proceso de enseñanza y aprendizaje deben verse complementados con hábitos de higiene, alimento y respeto, sin los cuales el resto está condenado a fracasar. Los factores que defendemos en esta educación de la primera infancia son la alimentación y la nutrición, la ausencia de violencia, el evitar el consumo de sustancias sicoactivas, la educación sexual, la coeducación y el papel activo de la familia y las redes de apoyo.
La educación de la primera infancia porque integrarnos ya en el grado obligatorio de educación preescolar hace que los niños asuman un modelo pedagógico muy diferente que favorece los procesos de desarrollo de los niños de los barrios más marginales. La alimentación y la nutrición es relevante pues los bajos ingresos de las familias más pobres no les permiten cubrir la totalidad de las necesidades nutricionales ya que un 15% de la población infantil menor de cinco años sufre de desnutrición crónica y  presenta una estatura inferior para la edad que les correspondería. La ausencia de violencia se identifica con el maltrato infantil, la violencia intrafamiliar, el trabajo infantil, la violencia escolar y el desplazamiento forzado a causa de las guerrillas y otros factores urbanísticos. En relación con el trabajo infantil, 1.400.000 niños entre 12 y 17 años trabajan en las labores más insospechadas. Y en cuanto al desplazamiento forzado, casi un millón de niños fueron obligados a desplazarse. No menos importante es el “matoneo escolar” o “bullying” como agresión constante de un estudiante ‘dominante’ sobre otro ‘dominado’ que genera secuelas en los implicados y en quienes están cerca. Aunque no es común que la intimidación escolar lleve a extremos fatales como el suicidio, sí desemboca frecuentemente en desórdenes graves como depresión, ansiedad, inseguridad, actos de venganza violenta, bajo rendimiento académico y deserción escolar de las víctimas.
Además, el consumo de sustancias sicoactivas es causa de absentismo en una tendencia macabra a consumirlas desde la más temprana edad. La educación sexual debería incidir en el ingente número de adolescentes que ha tenido un parto especialmente en la zona rural. De igual manera, los abortos, las enfermedades de transmisión sexual y el SIDA en los adolescentes son aspectos que castigan sus vidas. La coeducación quiere eliminar las barreas de género porque aún sobreviven prácticas y estereotipos que colocan a las niñas en inferioridad cultural y humana. Respecto a las familias es indudable que el aprendizaje de los niños es efectivo en la medida en que esté en sintonía con la experiencia que viven a diario con sus familias y por eso nos esforzamos en apoyar a instituciones educativas que abren sus puertas para considerarlas como educadoras. Y las redes sociales de apoyo son nuestro primer filtro pues la comunidad debe hacer un reconocimiento a la institución educativa y a los niños y niñas que la habitan, para que se vuelquen en su protección, convirtiéndose en red de apoyo educativo y humano.

Por todo esto, la Penya Valencianista per la Solidaritat quiere agradecer a entidades como AVACU, Ibercaja de Catarroja, Asociación "La Ñigasa" de Anna, la falla Pensat i Fet de Vall d´Uxó, APAMI de Catarroja, la Caja Rural de Albal, la Hermandad del Cristo de la Fe de Valencia, el colegio de los Dominicos de Valencia, la falla del Centenar de la Ploma y APAMI de Catarroja, la Biblioteca de la Torre, Mujeres en Marcha de Alfafar, la Escuela Pública de Benimaclet, al pueblo de Beniparrell y a otras aportaciones privadas su gran colaboración en la campaña de recogida de material escolar para los niños de los suburbios de Cartagena de Indias en Colombia. Sin su gran trabajo, esta nueva ilusión de la Penya Valencianista per Solidaritat no hubiese sido posible.