domingo, 18 de febrero de 2018

SERIE SOLIDARIA SUPERDEPORTE. 16 DE FEBRERO.


NUESTRO BANCO DE LOS POBRES.
Muhammad Yunus pasó a ser conocido mundialmente con motivo de haber obtenido en 2006 el Premio Nobel de la Paz por desarrollar el Banco Grameen y los conceptos de microcrédito, créditos otorgados a emprendedores que son muy pobres para poder optar a ellos en un banco tradicional. La justificación para el Premio Nobel de la Paz vino dada "por sus esfuerzos para incentivar el desarrollo social y económico desde abajo” pues "la paz duradera no puede ser alcanzada a menos que grandes grupos de la población encuentren formas en las que puedan salir de la pobreza" ya que "a través de culturas y civilizaciones, Yunus y el Banco Grameen han demostrado que hasta los más pobres de entre los pobres pueden trabajar para su propio desarrollo”.
El creador del llamado “banco de los pobres”, Mohamed Yunus, siempre pensó que erradicar la pobreza es una cuestión que "nos atañe a todos". Por esta razón, ideó un sistema para prestar pequeños créditos flexibles con bajas tasas de interés y sin aval -los microcréditos- a las personas que no pueden acceder a un préstamo tradicional por ser las más pobres. Para conseguirlo pensó en una forma de organización social para las aldeas de Bangladesh, a las que llamó 'Gram Sarker' (gobierno rural). Con 27 dólares en el bolsillo ideó el microcrédito, concediendo un préstamo personal a 43 mujeres que querían iniciar trabajos artesanales. Como el dinero fue devuelto, se animó a ampliar el sistema y creó en 1983 el Banco Grameen pues la "pobreza es la negación de todos los derechos humanos fundamentales. No ha sido creada por los pobres, sino por un sistema que lo suscitó y le dio cabida. Si todos los bancos dieran las mismas facilidades a los pobres que al resto de las personas se erradicaría el problema de la pobreza". La primera "oficina" de este banco revolucionario fue un cobertizo con tejado de chapa de zinc, una mesa, una silla, dos bancos, y sin luz ni teléfono. Dos estudiantes de Económicas ayudaron en 1976 al profesor Yunus a poner en marcha el proyecto. No fue fácil el hacerlo pues la discriminación contra las mujeres que existía en aquellos días, la ignorancia y la superstición eran terribles. Las mujeres tenían siete u ocho hijos, mientras los hombres tenían un montón de esposas y podían abandonar a la que quisieran con sólo decir 'me divorcio de ti' tres veces. Las mujeres carecían de movilidad y no podían salir de casa, ni siquiera para visitar a sus madres, sin permiso del marido o de los suegros. “El marido podía pegar a la mujer por cualquier razón por lo que la opinión más frecuente era que si una mujer recibía habitualmente una paliza, acabaría yendo al cielo" decía.
El plan de Yunus consistía en prestar pequeñas cantidades de dinero a los pobres sin pedirles garantías; prestar el dinero basándose en un sistema de confianza que demostró que las mujeres eran más fiables que los hombres a la hora de devolver el dinero y que las cantidades pequeñas de dinero que pasaban por manos de las mujeres rendían muchos más beneficios para la familia.
Es por ello por lo que, siguiendo el ejemplo del Premio Nobel, en la Penya Valencianista per la Solidaritat nos pusimos en marcha para suscitar un programa de microcréditos que enfocamos hacia el desarrollo y potenciación de una actividad mercantil o profesión para personas en especial situación de desamparo. Queríamos apoyar las iniciativas comerciales de personas o grupos de personas con poca capacidad económica y empoderar a las mujeres y estimular comunidades enteras por su extensión ya que en muchas comunidades las mujeres carecen de un historial laboral estable que los prestamistas tradicionales tienden a requerir. Muchas son analfabetas y, por tanto, incapaces de completar el papeleo necesario para conseguir préstamos convencionales. Así, demostramos que de las grandes lecciones nosotros también aprendemos.

lunes, 5 de febrero de 2018

SERIE SOLIDARIA SUPERDEPORTE. 2 DE FEBRERO.

DEPORTE CONTRA LA EXCLUSIÓN SOCIAL
La Penya Valencianista de la Solidaridad colabora con el Centro de Acogida de Menores “Luis Amigó” en la realización de su proyecto “Actividades Deportivas Integradoras”.
Los orígenes del Centro de Acogida de Menores “Luis Amigó datan de agosto de 1885 cuando el fundador de la entidad Hermanas Terciarias Capuchinas, Luis Amigó, creó este centro en la localidad valenciana de Massamagrell para atender a niños/as que habían quedado huérfanos por la epidemia del cólera que ocurrió por la zona del mediterráneo. Dando un salto en el tiempo, dicha actividad de atención a los niños y niñas se retoma en 1997, como recurso de acogimiento residencial. Desde entonces 159 niños, niñas y adolescentes han pasado por sus estancias.
 En la actualidad, el Centro atiende a 18 chicos y chicas, entre 6 y 17 años, que se encuentran en situación de guarda y/o tutela, privados de un ambiente familiar idóneo. El acogimiento residencial es una medida de protección adoptada por la Entidad Pública ante situaciones de riesgo o desamparo, que aconsejan la separación del menor de su núcleo familiar, puesto que supone un obstáculo para su desarrollo y/o bienestar personal y social.
El Centro de Acogida de Menores “Luis Amigó” tiene como finalidad esencial prestar la atención y protección necesaria para favorecer su integridad y correcto desarrollo, así como la formación necesaria para potenciar su proceso individual. Se pretende que superen sus dificultades personales, sociales y familiares, mediante el adecuado manejo de los recursos personales de relación consigo mismo, con sus grupos de socialización de referencia y con la comunidad.
Para lograr tal mejora de su situación, en el Centro se llevan a cabo una serie de intervenciones a nivel educativo, psicológico, familiar, escolar y asistencial por parte de los diferentes profesionales del equipo interdisciplinar. Una parte importante de la intervención se basa en la realización de talleres que complementan el desarrollo integral de los niños, niñas y adolescentes que en él residen. Y, especialmente importante es la realización de actividades de contenido deportivo.
En este sentido, tanto la “Penya Valencianista per la Solidaritat” como el Centro “Luis Amigó” comparten como objetivo principal ofrecer el deporte como forma de ocio positiva e integradora, así como una herramienta de socialización a través de la cual potenciar las habilidades personales y la adquisición de valores sociales.
Por ello, este curso, contando la colaboración de la “Penya Valencianista per la Solidaritat”, se ha comenzado a desarrollar un novedoso proyecto educativo. Este proyecto, supone una forma diferente de enfocar las actividades deportivas semanales que se realizan en el Centro.
Así, bajo el nombre de “Actividades Deportivas Integradoras” se presenta un programa basado en una gran variedad de actividades de diferentes disciplinas deportivas, que permiten a los chicos y chicas del Centro no sólo momentos de diversión sino que también está orientado a la mejora de sus capacidades físico-cognitivas, y su uso como un instrumento de integración personal y comunitaria.
Para ello, durante todo el curso se van a trabajar diferentes modalidades deportivas. Las dinámicas se dividirán en dos tipos de actividades: el entrenamiento -para conocer la modalidad deportiva y su reglamento- y el partido –donde los chicos y chicas pondrán en práctica sus habilidades, ya sea contra los propios compañeros y compañeras del Centro, o contra otros grupos de sus mismas edades-. Además, en muchos de los partidos se intenta crear un “tercer tiempo” para compartir momentos e intercambiar impresiones con el resto de chicos y chicas.
Después de cada sesión, el equipo educativo valora a los chicos y chicas en función de aspectos como su esfuerzo, su capacidad de trabajo en equipo, sus valores deportivos como el compañerismo, la asistencia sorpresa, etc. Estas puntuaciones son conocidas por los propios “jugadores y jugadoras” que obtendrán premios tanto a nivel individual como grupal.
Como colofón, está previsto que al final del curso se realice una ceremonia de clausura con la realización de actividades deportivas de los deportes practicados y que más les hayan motivado. Estas “Mini-olimpiadas” contarán con sorpresas para los niños, niñas y adolescentes como actividad final del proyecto “Actividades Deportivas Integradoras”.
La pasión e ilusión con la que realizan todas estas actividades, no hace más que confirmar el éxito de propuestas como la de la “Penya Valencianista per la Solidaritat” y  el Centro “Luis Amigó” al entender el poder del deporte para combatir la exclusión social y posibilitar un presente y un futuro a estos niños, niñas y adolescentes que tanto lo merecen.