lunes, 14 de mayo de 2018

SERIE SOLIDARIA SUPERDEPORTE. 11-05-2018

Miguel Ángel Bossio Bastianini saca su cabeza al mundo en Montevideo, un 10 de febrero de 1960. Con la selección uruguaya disputó 30 partidos y participó en el Mundial de 1986. En Uruguay jugó con Racing, Sud América, y Peñarol, y en España con el Valencia, Sabadell y Albacete. Con el Peñarol ganó cuatro ligas uruguayas, una Intercontinental y una Libertadores.
Tras tanto título, Bossio ha pasado a la historia del Valencia C.F. por algo mucho más sentido y doméstico, y es que supo representar los valores de pundonor y sacrificio por el escudo del equipo en una de las etapas más delicadas del club. Su recuerdo quedará por siempre ligado a la imagen de una venda en su frente y la camiseta ensangrentada en una heroica victoria en el Camp Nou en la complicada temporada de regreso a Primera División. La memoria nos conduce hasta ese choque disputado el 20 de septiembre de 1987. El Valencia acababa de subir a Primera División tras su descenso del año anterior y dio la sorpresa al imponerse al Barcelona de los Lineker, Schuster, Carrasco y Zubizarreta. El gol del Valencia lo marcó Carlos Arroyo, pero el partido pasó a la historia por la imagen de Miguel Ángel Bossio con la cabeza ensangrentada. El jugador uruguayo recibió un vendaje y completó los noventa minutos en una exhibición de esfuerzo, coraje y espíritu de equipo. Fue, sin duda, un jugador que caló muy hondo en la afición y marcó a toda una generación por su enorme profesionalidad y entrega sobre el terreno de juego.
Y este referente del deporte y de humildad es uno de los nuestros, de los que entienden que la solidaridad se escribe con mayúsculas y los que hacen de nuestra Penya un ejemplo de orgullo y compromiso. No todos los días se tiene la suerte de que una leyenda del valencianismo y del fútbol uruguayo te visite, y el lunes 8 de mayo ocurrió cuando Miguel Ángel Bossio entró por la puerta del Centro Luis Amigó de Massamagrell para compartir con chavales con situaciones difíciles sus experiencias y sus valores. Tras una presentación a los chicos y chicas, se realizó una charla donde mostró su cercanía, recordando el sacrificio y el esfuerzo que le supuso llegar a lograr sus sueños como fue jugar un mundial, defender los colores de su equipo en la conquista de títulos y cruzar el charco para encontrar en Valencia la estabilidad laboral y personal que buscaba. Así, pudieron comprobar la humildad y entrega que le caracterizan como persona y que definían su juego sobre el césped. Valores como el compromiso, el compañerismo y las ganas de superación personal, tan importantes en el deporte profesional como en la vida diaria, fueron transmitidos a los niños, niñas y adolescentes del Grupo Amigó y Zagales que pudieron vivir esta magnífica experiencia.
Finalmente, después de una ronda de preguntas, jugaron un partido donde nuestros campeones y campeonas pudieron demostrarle a Miguel Ángel que aquí también hay talento y ganas de mejorar día a día. Lo mejor no fueron los goles ni las paradas, sino las ganas mostradas por todos/as y las lecciones aprendidas de un referente del deporte, que transmite aquello por lo que lucha la “Penya Valencianista per la Solidaritat” de la que forma parte, y la cual les sigue dando la posibilidad de disfrutar de vivencias y actividades tan únicas y satisfactorias como estas.

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