lunes, 4 de diciembre de 2017

SERIE SOLIDARIA SUPERDEPORTE. 24 DE NOVIEMBRE.

El hogar ”Madre Francisca Casci” atiende desde 1998 por las hermanas Franciscanas hijas de Santa Isabel, a los hijos de los reclusos de Palmasola en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra en Bolivia. Actualmente son 4 religiosas y dos novicias las que atienden permanentemente a 42 niños de entre 5  y 17 años que se encuentran en este hogar.
Todos podemos entender que las  cárceles de Sudamérica son bastante distintas a las que uno puede visitar en Europa y, con frecuencia, la convivencia de los niños con sus progenitores en estas cárceles hace que, de hecho, la condena de los mayores se traslade también a sus hijos. 
Por ello, el objetivo de estas monjas es ofrecer un hogar a estos niños en  un ambiente distinto al de la cárcel, brindarles una educación fuera del clima carcelario pues muchos de estos niños, según cuentan las hermanas, han perdido la infancia y la capacidad de soñar. Conseguir llevar a cabo un proceso adecuado para guiar el crecimiento humano y espiritual de los niños lleva a que allí reciban educación escolar en todos los niveles de infantil, primaria y secundaria, educación en salud y medio ambiente, educación física y actividades deportivas y educación creativa en juegos, música, recreación. Los más mayores asisten a una escuela de iniciación donde pueden obtener un título como técnico en temas como electricidad, operador de computadoras, estética, etc…, teniendo así la oportunidad de aprovechar la oportunidad de prepararse para una futura profesión. Se presta especial atención a la educación alimentaria para que esté equilibrada y favorezca el desarrollo normal de los niños y constante es la atención médica que se someten a través de exámenes médicos y la prevención sin ninguna falta de actividades deportivas y el cuidado del cuerpo con la higiene personal adecuada.

El día a día de los chicos comienza por la mañana con el desayuno y van a la escuela para volver para el almuerzo. Por la tarde desarrollan tareas, meriendas y actividades recreativas. Antes de la cena se divierten jugando, viendo una película o en una variedad de actividades. Los fines de semana suelen salir en campamentos o visitas a lugares de interés.

Pero también aquí ha llegado el valencianismo solidario. En alianza con la expedición de médicos BE SOLID (ser sólido, ser fuerte y ser solidario) de la Asociación Valenciana de Asistencia Sanitaria y Social Voluntaria llegamos a Bolivia dentro del Plan “CAINCO con corazón” y de la mano de Carlos Sabja, capitán de la Selección Boliviana de Fútbol Sub 15, les hicimos entrega de un nutrido juego de equipamiento deportivo y camisetas oficiales del Valencia C.F. que donamos desde la Peña Valencianista per la Solidaritat. Este fue el acto de clausura del proyecto en el que los médicos valencianos atendieron a más de 3.500 niños en las poblaciones de Santa Cruz, Trinidad, San Javier, Concepción, y en los campos de damnificados de las inundaciones del Río Grande en San Julián. Desde aquel momento en Santa Cruz y en sus ligas juveniles el nombre del Valencia juega las ligas de los mejores porque acompañamos también a los hijos de los reclusos.

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