LAS CHICAS TAMBIÉN JUEGAN AL FÚTBOL.
La República de Mali limita al norte con Mauritania y
Argelia, al este con Níger y Burkina Faso, al oeste con Senegal y al sur con
Guinea y Costa de Marfil. Tiene una población de unos veinte millones de
habitantes y el idioma oficial es el francés. La gran mayoría de la población
profesa la fe islámica por lo que el Islam ha influido su historia y su
cultura. Las relaciones entre cristianos y musulmanes han sido generalmente
buenas y por eso muchas escuelas católicas han acogido a grupos de jóvenes
musulmanes que acuden regularmente a ellas.
El centro de promoción femenina de Segou es una institución
dirigida por las religiosas de María Inmaculada cuyo objetivo es la promoción
de la joven más necesitada en el interior de un país africano singular como Mali
y estos centros tratan de promover la formación integral de las jóvenes y las
preparan para participar activamente en la transformación de su sociedad. Para
favorecer el crecimiento y madurez de estas mujeres las educan en su dimensión
social y promueven su inserción en el mundo de forma responsable y constructiva,
pero también fomentan el desarrollo de su dimensión ética y les ayudan a
descubrir y potenciar sus posibilidades físicas e intelectuales. Educarlas para
la libertad, la justicia, la solidaridad y la paz, como valores que enriquecen
la acción educativa, es un objetivo paralelo a la acogida, amor al trabajo,
honradez, gratuidad y compromiso. Así, orientar, acompañar y educar a las jóvenes
para superar las dificultades y desarrollar sus capacidades es todo un logro en
esta comunidad.
El centro consta de una residencia donde se acoge, anima y
ayuda a la joven en su formación humana y cultural creando un ambiente cálido
familiar y fraterno. El centro cultural donde se forman se compone de un lugar
para la alfabetización donde se les ofrece la posibilidad de aprender a leer,
escribir y hasta adquirir una cultura general básica que les ayude a defenderse
en la vida. Por la mañana se les da enseñanza teórica de distintas asignaturas
y por la tarde se hacen trabajos prácticos de ganchillo, bordado y otras
materias. La formación en corte y confección dura tres años y se les dispensa
un diploma reconocido oficialmente por el Estado. Tras su formación, la escuela
ayuda a las jóvenes a comprar una máquina de coser para que puedan trabajar por
su cuenta en sus casas. La escuela de enfermería también consta de una
formación que dura tres años y al finalizar se les expide un diploma para poder
trabajar a nivel nacional. Las beneficiarias directas de la escuela son
aproximadamente unas 250 y los los beneficiarios indirectos son todos los que
en la escuela tienen un puesto de trabajo y la sociedad en general que ve
aumentar su desarrollo económico y social a la vez que ve disminuir el índice
de analfabetismo existente.
Como todos esos valores que hemos comentado también son los nuestros, es por ello por lo que en febrero del año 2008 se pidió a la Penya Valencianista per la Solidaritat fondos para la adecuación de un espacio del centro donde se construyó una pista polideportiva, vestuarios, una tribuna y un escenario para actos culturales. La rehabilitación contemplaba también un espacio cubierto para poderse proteger en los días del calor más violento. Disfrutar del deporte es una petición insistente por parte de las alumnas porque les da una visión diferente de la vida, les hace vivir valores y les permite compartir una actividad en la cual ellas interactúan y crecen juntas. Una vez más, la Penya Valencianista per la Solidaritat demuestra que no hay barreras de género y que el deporte nos humaniza y nos hace ser mejores.
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